jueves, 21 de enero de 2016

PUENTE DE LA CANTINA SOBRE EL RÍO ERESMA

PUENTE CLASICISTA DE LA CANTINA SOBRE EL RÍO ERESMA

Camino de La Granja de San Ildefonso-SG. 

CL-601 PK 17

La mítica e insondable carretera nacional N-601 tiene la culpa de que se pariera un puente tan curioso como éste. Digo insondable en el sentido de incógnita, de extraña, de desconocida. Hace muchos años era una simple calzada nacional que -naciendo en Madrid- se dirigía a León derivando por los collados y puertos de montaña occidentales del Sistema Central y cubría una distancia de 327 kilómetros. Ahora ya no, ahora nos la encontramos con esa matrícula a partir de Adanero, tras correr la autovía A-6 o las variantes que aún subsisten de la vieja N-VI.
Originariamente, su trayecto madrileño lo hacía desde el PK 0 en la Puerta del Sol de la capital y seguía por la N-VI hasta Collado-Villalba desde donde acometía la subida del Puerto de Navacerrada -actual autonómica M-601- y aún podemos ver varios mojones de la nacional al subir el puerto. Continuaba por La Granja de San Ildefonso y Segovia para alcanzar Valladolid y , al fin, la ciudad de León, donde terminaba. Con la cesión administrativa de determinadas calzadas, la parte madrileña se matriculó como M-601 y la castellano-leonesa como CL-601, al menos, hasta Segovia, donde sí aparece de nuevo la matrícula N-601 emparejada a la nueva Autovía de Pinares o A-601, pues el guarismo es lo único que queda como rastro de la vieja arteria.
Históricamente, este es el último camino real que se construye para que la Corona y su corte se desplace desde Madrid al Real Sitio de La Granja, en épocas vacacionales. Atrás quedan los trayectos por el Camino de Castilla la Vieja, los del Puerto de la Fuenfría o los del Puerto de Guadarrama. Carlos III encarga al arquitecto real Juan de Villanueva un nuevo y moderno camino por Navacerrada que va más directo hacia Valsaín o La Granja. El punto elegido de arranque es Collado-Villalba ya que también era un punto estratégico para acceder al complejo palaciego de San Lorenzo de El Escorial. Desde allí se proyecta la nueva calzada y se inician las obras en 1.778 acabándose en tiempos de Carlos IV diez años después, esto es, en 1.788. Allí se ponen en práctica nuevos sistemas de construcción de calzadas, evitando en lo posible las fuertes rampas que se venían haciendo desde época romana para que el camino fuera lo más recto posible. Las elevadas cotas se atemperan por medio de curvas y contracurvas en una vía zigzagueante pero con desniveles menores a los que se tenían acostumbrados; así, la pronunciada bajada hacia la depresión del río Eresma y tributarios se hace por medio de las conocidas "Siete Revueltas" antes de alcanzar el río.
El profundo vado del río Eresma se soluciona con un potente aterrazamiento a ambos lados -especialmente en orilla izquierda- y una cuidada construcción de muros, al estilo militar, esto es, como si fueran barbacanas con inclinación hacia la base, compuestas de mampuestos regulares u ordinarios bastante toscos y con fuerte mortero de cal grasa; en rehabilitaciones modernas se ha procedido al enlucido casi total, sobre amplios lienzos de estas murallas; algún contrafuerte de apoyo y en esquinas, buena talla de amplios sillares de granito.
Dado que la vaguada del cauce en uve ubica el lecho del río un poco descentrado, se construye un puente con un solo vano sobre la vertical del cauce por lo que los estribos y muros de acompañamiento tienen diferentes proporciones -mucho más largo el izquierdo, desde zona naciente-. Se edifican colosales muros-estribos hasta los aterrazamientos de los taludes originales, a base de variada fábrica en la que predomina el mampuesto de canto rodado, piedra de variado cubicaje de granito, algo de sillarejo y fuerte componente aglutinante de mortero con cal grasa y refuerzos de ripio por doquier. Como continuación a estos muros y ya como auténticos estribos, dos gruesos pilares o pilastras de granito, con tallas extremas en soga y tizón, prácticamente a hueso y que recuerdan los propios trabajos de Villanueva en las edificaciones que hizo en El Escorial. Ligeramente retranqueadas, dos esbeltas pilas que hacen de basas y que terminan en sencillas molduras o salmeres en los que apoya un bello y perfecto arco de medio punto cuya bóveda es un perfecto trabajo de cantería así como las boquillas que muestran un dovelado primoroso. En tímpanos, vuelve a mostrarse el ahorro o economía de medios, pues se soluciona con austeros lienzos de mampuestos de canto rodado bien aglutinados hasta la línea de impostas. En la rasante o antepecho se alinean amplios sillares de granito que marcan canto y ancho de la calzada. Sobre ellos y a modo de pretiles, existían fuertes sillares longitudinales -como anchas lajas- que eran los guardaruedas pero que han quedado ocultos tras variados recrecidos de alquitrán en los últimos tiempos. Como coronación, viejas barandillas de hierro, de las estandarizadas en el Ministerio de Fomento para carreteras de segundo orden a principios del siglo XX.
Entre las reformas que ha sufrido en los últimos tiempos, cabe señalar la producida recientemente, en 2.015 pues se había detectado que en la curva en sentido ascendiente, se estaba desprendiendo el pretil original y debido a las presiones laterales que producían los vehículos pesados -algunos con 40 toneladas de MMA- al entrar en la curva, se estaban produciendo abombamientos en el muro de acompañamiento hasta el talud original. La información que facilitó el gobierno autonómico es la siguiente:
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El Consejo de Gobierno ha aprobado declarar la emergencia de las obras de rehabilitación del puente de la Cantina sobre el río Eresma, en la carretera CL-601, en el Real Sitio de San Ildefonso, en Segovia. Esta infraestructura autonómica constituye un eje de comunicaciones fundamental entre Castilla y León y Madrid, soportando un tráfico próximo a 5.000 vehículos diarios de media. Para esta actuación se destinarán 256.000 euros. Mediante esta actuación se ejecutará el refuerzo con piezas metálicas colocadas por fuera del puente y unidas entre sí por barras que actúan como tirantes. El puente ha experimentado un abombamiento y desplome hacia el exterior en el tímpano correspondiente a la zona de salida del arco en el muro de aguas abajo. La estructura está perdiendo estabilidad en los tres sillares que sobresalen del pretil por lo que es imprescindible la actuación inmediata a través de emergencia para evitar el corte total de la carretera. Consejo de Gobierno del 9 de abril de 2015. Castilla y León | Consejería de Fomento y Medio Ambiente.
Cómo llegar: Como decía, esta magnífica obra pontonera se encuentra en la actual carretera autonómica CL-601, concretamente en el PK 17 de la misma y existe un buen aparcamiento, también rehabilitado recientemente, en ambas cabeceras del puente. Destacar también -allí mismo- la preciosa fuente clasicista en granito berroqueño llamada de La Cantina; el puente es punto intermedio de varias rutas senderistas e históricas, como son los viejos caminos de la calzada romana de Segovia-La Fuenfría, el camino real de La Granja a La Fuenfría, la ruta de la Fuente de la Reina  o la senda real o Camino de las Pesquerías, entre otras.
Interesante es también el amplio recorrido de esta carretera nacional, ya sea como N-601, M-601, CL-601 o A-601 de la que hice un par de artículos para la revista Solo Camión en los números 276 y 277 de febrero y marzo de 2.013 y donde se pone en valor el interesante patrimonio lineal anexo que lleva aparejada esta ruta. 






Tanda de fotos de fecha 13.08.2012 antes de la rehabilitación



Fotos de fecha 05.06.2014 antes de la rehabilitación.


Foto de fecha 10.04.2015 realizada por Javier Segovia para el periódico El Adelantado de Segovia con la noticia de la rehabilitación.



Fotos de fecha 20.09.2015 con detalle de la rehabilitación en pretiles.


Vieja fotografía del puente, probablemente de  los años 60 del siglo XX

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